Hace falta una gran dosis de pericia y paciencia para adaptar un árbol joven a la madera muerta que escogemos. Esto claro, si pretendemos formar un TANUKI en su ley, es decir, que con el tiempo no notemos la unión, entre lo vivo y la madera.
Este ejercicio no pretende ser un tanuki o injerto fénix, como puede parecer. Es más bien
un camino a la parafernalia escénica, que nos mantiene en la generación TV., pero también, es una propuesta artística, quizás cargada al efectismo, aunque me entretendré si Dios quiere, por varios años para verlo madurar.
Solo espero que no me echen de la Asociación por esto.....jajaja