jueves, 1 de noviembre de 2007

UN NUEVO PROYECTO DE BONSAI ME ENTUSIASMA

Empezar un proyecto de bonsai es emocionante, Partiendo con el diseño estructural, tamaño, frente y disposición de las ramas, no puedo dejar de sentirme como niño chico con juguete nuevo y es quizás el factor lúdico del comienzo, lo que podríamos comparar con la etapa del enamoramiento. Luego, ya con más acercamiento, empezamos a descubrir nuevas virtudes y también defectos, que pasaron desapercibidos en el principio y los vamos incorporando, como parte de la esencia en la comunión de naturaleza y espíritu del bonsai-do. La madurez empieza a llegar, luego de atravesar varias etapas de convivencia y no sin esfuerzo, logramos avanzar en la idea original. Tal ves en el camino, surjan modificaciones como respuesta a las dificultades o nuevos enfoques que proyectamos, ya más en conocimiento de lo que puede dar de si, esta unión del hombre y su árbol. Lo cierto es que la constante del juego permanece pero ya más reposada dejando tiempo a la contemplación calmada del fruto de tantos esfuerzos. Quizás nos alejamos un poco para mejorar la perspectiva del objeto contemplado y luego, volvemos a acercarnos con la mirada renovada, en la visión que nos dio la lejanía. Pareciera que estamos hablando de la relación de pareja pero quizás, sin dejar de tener en común todas las cosas mencionadas, estamos hablando de BONSAI y es así de vinculante, por lo menos para mí.